Prácticas Diarias

Motivación

Comienza la sesión generando una intención clara y bondadosa de beneficiarte a ti mismo y a los demás a través de tu estudio y tu práctica de las lecciones. Luego, brevemente reflexiona sobre la buena fortuna de tener esta oportunidad de aprender, meditar y de profundizar nuestra capacidad de amar.

Práctica Principal y Consejos

En la parte principal de la práctica, examina y reflexiona sobre el significado de las preguntas presentadas y luego mira los videos de las lecciones. Si es una meditación guiada, medita junto a Rinpoche. Si es una enseñanza más bien conceptual, dedica un poco de tiempo a familiarizarte con ella primero, para luego entenderla, y lo más importante, sentirla. Rinpoche enseña a través de su lenguaje corporal, sus tonos de voz, su humor y sus expresiones faciales.

Luego de ver los videos de las lecciones, familiarízate con los puntos clave para ayudarte a especializar e internalizar el contenido. Finalmente, haz los ejercicios de práctica (o los que te parezcan beneficiosos a ti) para comprender cómo  las lecciones se vuelvan más experienciales en tu vida.

A lo largo del día, puedes recordarte a ti mismo las enseñanzas que te hayan resultado importantes usando las contemplaciones diarias. Crear esta continuidad ayudará a que el significado de las lecciones enriquezca tu presencia mental y profundice tu entendimiento, con el correr del tiempo.

Dedicar la Práctica

Finaliza la sesión sentándote en silencio por algunos minutos, descansando en lo que has hecho y aprendido.  Esto es como tomar un baño de agua caliente: relájate, y suelta todo el esfuerzo.

Una vez que hayas soltado y relajado, finaliza la práctica dedicando los beneficios a todos, incluyéndote a ti mismo. También puedes hacer oraciones y aspiraciones que sean importantes para ti en tus propias palabras, como por ejemplo expresar el deseo de despertar el amor esencial y la compasión, o de traer más claridad profunda y confianza a tu mente, o de darle más espacio y calidez a tus bellos monstruos. Y, también, podemos recordar que la formas en las que nos sanamos a nosotros mismos son las mismas formas a través de las que podemos ayudar a otros.

Práctica Diaria: Cursos Mini, Esencial y de Inmersión Comienza la sesión generando una intención clara y bondadosa de beneficiarte a ti mismo y a los demás a través de tu estudio y práctica de estas lecciones. Luego, brevemente reflexiona sobre la buena fortuna de tener esta oportunidad de aprender, de abrirnos, de meditar y de amar. Práctica Principal y Consejos En la parte principal de la práctica, examina y reflexiona sobre el significado de las preguntas presentadas y luego mira los videos de las lecciones tantas veces como quieras. Si es una meditación guiada, medita junto a Rinpoche. Si es una enseñanza más bien conceptual, dedica un poco de tiempo a familiarizarte con ella primero, para luego entenderla y sentirla. Rinpoche enseña a través de su lenguaje corporal, sus tonos de voz, su humor y sus expresiones faciales. Abre tu corazón de manera atenta, y al mismo tiempo relajada, y no te preocupes por palabras con las que puede que no estés familiarizado. Se esclarecerán con el tiempo a medida que vayas viendo las diferentes enseñanzas. Luego de ver los videos de las lecciones, familiarízate con los puntos clave para ayudarte a especializar e internalizar el contenido. Finalmente, haz los ejercicios de práctica (o los que te parezcan beneficiosos a ti) para obtener un sentido de cómo hacer que las lecciones se vuelvan más experienciales en tu vida. A lo largo del día, puedes recordarte a ti mismo las enseñanzas que te hayan resultado importantes usando las contemplaciones diarias. Crear esta continuidad ayudará a que el significado de las lecciones enriquezca tu presencia mental y profundice tu entendimiento, con el correr del tiempo. Dedicar la Práctica Finaliza la sesión sentándote en silencio por algunos minutos, descansando en lo que has hecho y aprendido.  Esto es como tomar un baño de agua caliente: relájate, y suelta todo el esfuerzo. Una vez que hayas soltado y relajado, finaliza la práctica dedicando los beneficios a todos, incluyéndote a ti mismo. También puedes hacer oraciones y aspiraciones que sean importantes para ti en tus propias palabras, como por ejemplo expresar el deseo de despertar el amor esencial y la compasión, o de traer más claridad profunda y confianza a tu mente, o de darle más espacio y calidez a tus bellos monstruos. Y, también, podemos recordar que la formas en las que nos sanamos a nosotros mismos son las mismas formas a través de las que podemos ayudar a otros. Es una práctica de continuo crecimiento y apertura.

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